martes, 9 de abril de 2013

La hermana San Sulpicio



Los exteriores e interiores de La hermana San Sulpicio se culminan en ocho semanas. Perojo es tan resolutivo como productor como antes lo fuera como director. No le gusta perder el tiempo, aunque se ruede en color. Los trabajos de postproducción se resuelven en poco más de un mes, al finalizar el verano. Obtiene la calificación en Primera categoría el 6 de octubre de 1952, con dos permisos de doblaje asociados. Ese mismo día se estrena en los cines Rialto y Roxy A, de Madrid, con buena acogida por parte del público puesto que permanece 35 días en cartel. Cifesa se hace cargo de la distribución, incidiendo en la promoción en las similitudes y diferencias con la película de Florián Rey que la casa valenciana produjera casi dos décadas atrás. La promoción se centra en la pareja protagonista y en la “modernización” de la trama, antes que en el procedimiento de color.

Seis meses antes, el sábado de Gloria, la casa valenciana ha estrenado Das kalte Herz (Corazón de piedra, Paul Verhoeven, 1950) anunciando a bombo y platillo: “¡La última palabra del cine en color la dice el Agfacolor!” y “¡El primer Agfacolor de la trasguerra que conocerá España!”. Las gacetillas recuerdan a los espectadores las excelencias de este sistema “de antaño”, en velada alusión a una etapa en la que las cinematografías alemana e italiana copaban las pantallas españolas. Entonces se estrenaron Die goldene Stadt (La ciudad soñada, Veit Harlan, 1942), Immensee (El lago de mis ensueños, Veit Harlan, 1943) y Opfergang (Ofrenda al amor, Veit Harlan, 1943), en los que el director de Jud Süss (El judío Suss, Veit Harlan, 1940), y señora (Kristina Söderbaum) alumbraban vistosos melodramas en Agfacolor. Sin embargo, cuando la nueva cinta en este sistema llega a la pantalla los comentaristas se muestran reticentes: “Han pasado muchos años desde que se proyectaron las últimas muestras del agfacolor alemán y manteníamos su recuerdo como el de algo no superado. Hoy, al volver el mismo al plano de la actualidad, comparándolo con los avances del tecnicolor (sic.), tenemos que reconocer que estábamos equivocados: la superación se ha conseguido. El agfacolor es más completo en los interiores, matiza algo más pese a su tendencia al azul. Pero en los exteriores parece estar en inferioridad de condiciones respecto al tecnicolor”. 

Es posible que, a estas alturas, el público asociara la marca Cinefotocolor a la mediocridad de los primeros títulos más que al pregonado éxito de los últimos. No obstante, los comentaristas de los diarios sí que aprecian la diferencia. Mientras Gómez Mesa escribe que, como al procedimiento no le sientan nada bien los tonos saturados, “para evitar malísimos efectos de calcomanías estridentes, se ha seguido ese criterio, al aplicarse más el azul –que se refleja de un modo casi perfecto- que el rojo, que se transforma en un enfadoso naranja”.

El siempre escéptico Donald, cierra su recensión reconociendo que “el fotocolor (sic.), aunque distante de la perfección, sí puede afirmarse que ha dado un paso hacia el feliz resultado que todos deseamos que consiga en breve”. No es de la misma opinión el recensionista montevideano de “El Día”, que ha tenido ocasión de ver en breve plazo dos ensayos consecutivos: “La fotografía en Cinefotocolor, aunque más perfeccionada que en Estrella de Sierra Morena, resulta aún bastante chillona, carente de tonos suaves y poco feliz en las tomas exteriores, en las que resulta chocante la deficiente reproducción del verde”.

Vista hoy, en copia doméstica, La hermana San Sulpicio hace gala de una modestia cromática inusitada. Una gama de azules pálidos y grises acusa el contraste puntual de un granate violento. En la escena en la que las hermanitas juegan a la gallinita ciega se produce un desajuste grave, debido probablemente a un problema de alineación del prisma o las ventanillas.


La hermana San Sulpicio (1952) 
Productora: Producciones Benito Perojo (Madrid) 
Director: Luis Lucia. 
Fotografía: Antonio L. Ballesteros.
Intérpretes: Carmen Sevilla (Gloria Alvargonzález, la hermana San Sulpicio), Jorge Mistral (Ceferino Sanjurjo), Manuel Luna (don Sabino, el cura), Julia Caba Alba (hermana Guadalupe), Manuel Gómez Bur (Daniel), Casimiro Hurtado (Martínez), Ana de Leyva (madre Visitación), Rosario Royo (madre superiora), Milagros Carrión (hermana Isabel), Juanita Manso (la madre de la hermana Isabel), Juana Ginzo (sor Marie), Teresa de Berganza (hermana pianista), Antonio Riquelme (el revisor).
Color por Cinefotocolor. Normal. 83 min. 
Estreno: Madrid, Rialto y Roxy A: 6 de octubre de 1952.

1 comentario:

  1. buena pelicula como todas de Carmen Sevilla mas no hay ni para verla onlin completa y descagar q hay que imaginarsela

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