Estrella de Sierra Morena es, desde el punto de vista de la producción, una
suerte de continuación de La niña de la
venta, en tanto que repiten en el reparto, junto a Lola Flores, Rubén Rojo
como galán, José Nieto y Raúl Cancio en segundo término. El argumento es otra
vez de Ramón Perelló y Rafael de Palma. De nuevo la dirección recae en manos de
Torrado y la fotografía en las de Berenguer. Sin embargo, aquí terminan las
similitudes. Por primera vez, la producción de una película en Cinefotocolor
abandona los paisajes naturales y los estudios Orphea para rodarse casi
íntegramente en los madrileños estudios CEA. Salvo algunos planos de situación
y una escena en un olivar, el resto de la acción se desarrolla en exteriores e
interiores recreados en estudio por Enrique Alarcón.
Es difícil acercarse a Estrella de Sierra Morena sin asumir
que su epicentro es la condición estelar de su protagonista. Si en algunas
críticas de La niña de la venta se
pedía para Lola Flores un papel con más chicha, en el que pudiera exhibir
aparte de su temperamento, su inimitable estilo dancístico y un cierto gracejo
en los diálogos escritos para ella, Estrella
de Sierra Morena parece concebida a tal fin, con ambientación de época,
suntuoso vestuario y un doble papel o un papel que se desdobla, puesto que, para
rescatar a su padrino, Estrella debe suplantar a la sobrina del corregidor
cuando en realidad es su hija perdida.
Y, sin embargo, todo
apunta a una producción precipitada y modesta. Priva la rapidez en el rodaje
una vez más. Por ello, la serranía de Ronda se rueda en Torrelodones, en la
provincia de Madrid, y se recurre prácticamente al mismo encuadre para ilustrar
el asalto a la diligencia de la madre de Estrella y el viaje de la hija en
coche de caballos… veinte años después. Los cuadros de bandoleros en la cueva tienen
la pátina del cartón-piedra. La resolución plástica de estos segmentos resulta
francamente atractiva, en lo que tienen de cromo romántico, pero lo más alabado
de la anterior película –sus marinas y el verismo de las escenas marineras-
desaparecen completamente. Claro que aquí, se trata únicamente de facturar un
producto que resuma el nuevo estatus estelar de Lola. Acaso impremeditadamente
la película propone el proceso de domesticación de la estrella. Si el maestro don
Plutarco (Fernando Aguirre) es incapaz de domeñarla en la escuela, será ella
misma quien, por amor, renuncie a la independencia de la serranía y asuma el
puesto de hija del corregidor y señora de un militar. Al comparar ésta y las
futuras coproducciones con México con el pasado que Lola ha dejado atrás junto
a Manolo Caracol, Terenci Moix exclama: “cualquier momento de aquella Lola
salvaje, de genialidad encopetada sobre el escenario, vale por todas las
películas que rodó después”.
Estrella de Sierra Morena (1952)Fotografía: Manuel Berenguer.
Productora: Cesáreo González - Suevia Films (Madrid)
Director: Ramón Torrado.
Intérpretes: Lola Flores (Estrella), Rubén Rojo (Carlos, el capitán de migueletes), José Nieto (Juan María), Manolo Morán (“El Ladeao”), Fernando Fernández de Córdoba (Juan Manuel de la Gándara y Osuna, el corregidor), Félix Fernández (el padre Francisco), Fernando Sancho (Rafael), Raúl Cancio (Curro), Juan Vázquez (Don Periquito), Antoñita Ariel (Rocío, la sobrina del corregidor), Juana Manso (Chacha Dolores), Félix Briones (Manuel), Casimiro Hurtado (Joseíllo), Arturo Marín (“Marchenero”), Manuel Requena (el alcaide), María Luisa Ponte (Alicia, la madre de Estrella), Carmen Flores (la gitanilla del romance de ciego).
Color por Cinefotocolor. Normal. 96 min.
Estreno: Barcelona, Tívoli: 29 de agosto de 1952; Madrid, Avenida: 22 de septiembre de 1952.
que pelicula ma scale ya la he visto la recomiendo
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