martes, 9 de abril de 2013

Estrella de Sierra Morena



Estrella de Sierra Morena es, desde el punto de vista de la producción, una suerte de continuación de La niña de la venta, en tanto que repiten en el reparto, junto a Lola Flores, Rubén Rojo como galán, José Nieto y Raúl Cancio en segundo término. El argumento es otra vez de Ramón Perelló y Rafael de Palma. De nuevo la dirección recae en manos de Torrado y la fotografía en las de Berenguer. Sin embargo, aquí terminan las similitudes. Por primera vez, la producción de una película en Cinefotocolor abandona los paisajes naturales y los estudios Orphea para rodarse casi íntegramente en los madrileños estudios CEA. Salvo algunos planos de situación y una escena en un olivar, el resto de la acción se desarrolla en exteriores e interiores recreados en estudio por Enrique Alarcón.

Estrella de Sierra Morena desarrolla una intriga convencional de tema bandoleril, apenas alterada por algunos apuntes de comedia centrados en personajes secundarios como “El Ladeo” (Manolo Morán), con más disfraces que Mortadelo, o el petimetre ridículo que aspira a casarse con la sobrina del corregidor y atiende por don Periquito (Juan Vázquez). La partida de Juan María (José Nieto) se enfrenta a la del “Lebrijano” por un asunto territorial. Mientras sus rivales son crueles y no dudan en asesinar, los de Juan María, amén del carácter personal de cada uno, bautizan a la huérfana a la que recogen en la serranía de brazos de la moribunda corregidora (María Luisa Ponte). Además, Juan María tiene a gala ser siempre fiel a la palabra dada. Parece que los de su partida sólo robaran para regalarle algo a la niña en el día de su cumpleaños y que pasasen la mayor parte del tiempo cantando y tocando la guitarra. Si no se deciden a aceptar el indulto del corregidor (Fernando Fernández de Córdoba) es más por una especie de solidaridad entre delincuentes. Rafael (Fernando Sancho), incorporado más tarde que el resto a la partida, será el único en solicitar el perdón a cambio de entregar a Juan María. Si a algún espectador despistado se le ocurriera asociar el bandolerismo decimonónico con la resistencia antifranquista interior, la filosofía sigue siendo la misma que En un rincón de España. Cuando la vieja aya (Juanita Manso) pide al corregidor que aproveche su posición para vengarse de los bandoleros que mataron a su mujer, éste replica: "La ley no se ha hecho para satisfacer venganzas personales, sino para imponer la justicia".


Es difícil acercarse a Estrella de Sierra Morena sin asumir que su epicentro es la condición estelar de su protagonista. Si en algunas críticas de La niña de la venta se pedía para Lola Flores un papel con más chicha, en el que pudiera exhibir aparte de su temperamento, su inimitable estilo dancístico y un cierto gracejo en los diálogos escritos para ella, Estrella de Sierra Morena parece concebida a tal fin, con ambientación de época, suntuoso vestuario y un doble papel o un papel que se desdobla, puesto que, para rescatar a su padrino, Estrella debe suplantar a la sobrina del corregidor cuando en realidad es su hija perdida.

Y, sin embargo, todo apunta a una producción precipitada y modesta. Priva la rapidez en el rodaje una vez más. Por ello, la serranía de Ronda se rueda en Torrelodones, en la provincia de Madrid, y se recurre prácticamente al mismo encuadre para ilustrar el asalto a la diligencia de la madre de Estrella y el viaje de la hija en coche de caballos… veinte años después. Los cuadros de bandoleros en la cueva tienen la pátina del cartón-piedra. La resolución plástica de estos segmentos resulta francamente atractiva, en lo que tienen de cromo romántico, pero lo más alabado de la anterior película –sus marinas y el verismo de las escenas marineras- desaparecen completamente. Claro que aquí, se trata únicamente de facturar un producto que resuma el nuevo estatus estelar de Lola. Acaso impremeditadamente la película propone el proceso de domesticación de la estrella. Si el maestro don Plutarco (Fernando Aguirre) es incapaz de domeñarla en la escuela, será ella misma quien, por amor, renuncie a la independencia de la serranía y asuma el puesto de hija del corregidor y señora de un militar. Al comparar ésta y las futuras coproducciones con México con el pasado que Lola ha dejado atrás junto a Manolo Caracol, Terenci Moix exclama: “cualquier momento de aquella Lola salvaje, de genialidad encopetada sobre el escenario, vale por todas las películas que rodó después”.


Estrella de Sierra Morena (1952) 
Productora: Cesáreo González - Suevia Films (Madrid) 
Director: Ramón Torrado.
Fotografía: Manuel Berenguer. 
Intérpretes: Lola Flores (Estrella), Rubén Rojo (Carlos, el capitán de migueletes), José Nieto (Juan María), Manolo Morán (“El Ladeao”), Fernando Fernández de Córdoba (Juan Manuel de la Gándara y Osuna, el corregidor), Félix Fernández (el padre Francisco), Fernando Sancho (Rafael), Raúl Cancio (Curro), Juan Vázquez (Don Periquito), Antoñita Ariel (Rocío, la sobrina del corregidor), Juana Manso (Chacha Dolores), Félix Briones (Manuel), Casimiro Hurtado (Joseíllo), Arturo Marín (“Marchenero”), Manuel Requena (el alcaide), María Luisa Ponte (Alicia, la madre de Estrella), Carmen Flores (la gitanilla del romance de ciego).
Color por Cinefotocolor. Normal. 96 min.
Estreno: Barcelona, Tívoli: 29 de agosto de 1952; Madrid, Avenida: 22 de septiembre de 1952.

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