martes, 9 de abril de 2013

La niña de la venta

 

La acción se sitúa en un pueblo marinero de la costa andaluza. Carlos de Osuna (Rubén Rojo), mexicano oriundo de aquella zona, llega a la Venta del Catite para enterarse de qué ocurre en el astillero de su familia, saboteado por el contrabandista Tiburón” (José Nieto). Para disimular su auténtico objetivo se hace llamar Juan Luis y se ofrece a trabajar como mecánico. Pronto le entra por el ojito a Reyes, la sobrina del ventero (Manolo Caracol). Ella le consigue trabajo como mecánico de una barca pesquera e intenta protegerlo. Contratada como atracción musical llega a la venta Raquel (Erika Morgan), cancionista de aires internacionales encargada de seducir al sargento de carabineros (Raúl Cancio) en las noches en que hay desembarco de alijo. Raquel se encapricha de Juan Luis y, cuando se ve rechazada, entra en su habitación y descubre su verdadera identidad. Previene entonces a “Tiburón” y el contrabandista intenta acabar con su vida.

El argumento aprovecha la doble nacionalidad de Rubén Rojo para arropar este punto de la trama. El galán hispano-mexicano es hijo de la escritora feminista Mercedes Pinto, la autora de Él, que Buñuel adaptará al cine en 1953. La publicación de la novela en 1926 y una sonada conferencia en el Ateneo titulada “El divorcio como medida higiénica”, la indispusieron con el general Primo de Rivera. Las circunstancias aconsejaron el exilio antes de que se produjera el destierro. La escritora vive en varios países de Sudamérica hasta establecerse en 1943 en México, donde los dos hijos de su nuevo matrimonio, Rubén y Gustavo, siguen los pasos de su hermanastra Pituka de Foronda en la interpretación. Desde que en el otoño de 1947 Cesáreo González abriera oficina en México las producciones de ida y vuelta no han parado: contratación de María Félix para protagonizar Mare Nostrum (Rafael Gil, 1948), Una mujer cualquiera (Rafael Gil, 49) y La noche del sábado (1950); de Jorge Negrete como protagonista de Teatro Apolo (Rafael Gil, 1950)... También se puede entender como parte de esta operación la contratación de la exótica bailarina Erika Morgan. Aunque según las gacetillas es letona de nacimiento, se ha criado en Venezuela. Si Carlos de Osuna es el americano con raíces españolas y, por tanto, apto como héroe, Raquel, alias “La Venus de Tánger”, es la encarnación de la extranjera, la vampiresa depredadora que traiciona al héroe y se vale de sus malas artes seductoras para arrebatarle a Reyes su amor. Competidoras en pasiones, en moralidad y en arte, que así resaltan mejor las muchas virtudes de la protagonista.

Como sucederá más adelante en El seductor de Granada (Lucas Demare, 1952) con el argentino Luis Sandrini, estos transvases culturales tienen su correlato lingüístico. A los diálogos astracanados y castizos de Lola -“Esto va ser la batalla de l’espanto”, “Eres más lento que una procesión de ciegos”…-, se contraponen los giros del gallego trasplantado a México Dimas. En una de las escenas voluntariosamente cómicas en el puerto, cuando todos le hacen ir de un sitio a otro cargado con un inmenso atún, exclama: “¡Virgen Guadalopana! ¡Y luego dicen que el pescado es caro!”. Gran parte del efecto cómico del personaje de Xan das Bolas, reside no sólo en su carácter de criado gracioso y enamoradizo, tan habitual en el teatro clásico español, sino en el carácter híbrido de su habla, un lenguaje personal recosido de los más extravagantes giros mexicanos, de modismos galaicos -“Eso no es una mujer, es una convolsión terráquea” u “Óigame, chaparrita… Yo me levanto matotinamente a mi hora porque no me paso las noches soñando como alguna intreceuta que conozco”- y de chascarrillos que parecen sacados de alguna revista festiva de principios de siglo -“¿Usté no oyó hablar del Mar Muerto? Pues a ese lo maté yo de una bofetada”-.



La niña de la venta (1951) 
Productora: Cesáreo González - Suevia Films (Madrid) 
Director: Ramón Torrado.
Fotografía: Manuel Berenguer.
Intérpretes: Lola Flores (Reyes), Manolo Caracol (Rafael “El Catite”), Rubén Rojo (Carlos de Osuna “Juan Luis”), José Nieto (“Tiburón”), Erika Morgan (Raquel), Raúl Cancio (el sargento), Xan das Bolas (Dimas), Rafael Ortega (“Chiringuito”), Félix Briones (“Repeluco”), Concha López Silva (“Cachucha”, la gitana de la buenaventura), Luis Domínguez Luna (secretario), Manuel Requena (“Mirlo”), José Arroyo (“Tragaplatos”), Juan José (“Mediacopa”), Ángel Sevillano (cabo de carabineros), Carmen Flores (Pastora, bailaora).
Color por Cinefotocolor. Normal. 80 min.
Estreno: Sevilla, Florida: 16 de octubre de 1951; Madrid, Capitol: 12 de noviembre de 1951; Barcelona, Kursaal: 1 de febrero de 1952.

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